El ballet clásico es un estilo de danza que necesita una buena preparación física y una actitud de fuerte superación, que en un principio parecería solo apta para ciertas edades tempranas. Sin embargo el aprendizaje de este estilo de danza no esta reservada a estas edades. Si puede ser cierto que, para llegar a ser una estrella del ballet, (como de cualquier actividad que se persiga ser parte de la élite) sí que lo más recomendable, sería empezar lo antes posible.
El aprendizaje del ballet a edades más maduras se realiza de una forma completamente distinta de la infantil o joven. Normalmente el fin para la edad adulta es la pura diversión, realizar una actividad física alejada de las típicas de gimnasios, donde el enfoque además del mantenimiento físico sea la plasticidad y elasticidad en el movimiento, la elegancia, la sutileza, la fuerza y la energía controlada, el equilibrio, y un trabajo mental continuo, que lo haría más parecido a un arte marcial que a una clase de zumba.
En lo que respecta a la música, nada que ver con ningún tipo de música que se use en cualquier modalidad de clase de gimnasio. La música de piano, la música clásica, nos transportará a encontrarnos mente y cuerpo, nos propondrá salir de lo cotidiano y elevarnos a las alturas, sin duda un gran aliciente para elegir estas clases.
Las clases estarán enfocadas a lograr: elasticidad, equilibrio, velocidad y fuerza por un lado. Y por otro, coordinación, oído musical e interpretación. Para más tarde dirigir ese trabajo a la consecución de aunar movimiento, música y sentimiento, en defunitiva, conseguir danzar
El aprendizaje del ballet a edades más maduras se realiza de una forma completamente distinta de la infantil o joven. Normalmente el fin para la edad adulta es la pura diversión, realizar una actividad física alejada de las típicas de gimnasios, donde el enfoque además del mantenimiento físico sea la plasticidad y elasticidad en el movimiento, la elegancia, la sutileza, la fuerza y la energía controlada, el equilibrio, y un trabajo mental continuo, que lo haría más parecido a un arte marcial que a una clase de zumba.
En lo que respecta a la música, nada que ver con ningún tipo de música que se use en cualquier modalidad de clase de gimnasio. La música de piano, la música clásica, nos transportará a encontrarnos mente y cuerpo, nos propondrá salir de lo cotidiano y elevarnos a las alturas, sin duda un gran aliciente para elegir estas clases.
Las clases estarán enfocadas a lograr: elasticidad, equilibrio, velocidad y fuerza por un lado. Y por otro, coordinación, oído musical e interpretación. Para más tarde dirigir ese trabajo a la consecución de aunar movimiento, música y sentimiento, en defunitiva, conseguir danzar