
Tras más de quince años de trabajo y un muy duro último año de tensiones tengo muy claro que la libertad es un bien para mí muy preciado, que la dignidad está por encima del trabajo y uno no debe ser esclavo de nada. La vida siempre te da nuevos caminos cuando los buscas y a veces ese empujón para iniciarlos te lo da quien menos esperas.
Hace poco leí un articulo sobre como los japoneses encontraron la forma de que su pescado llegara fresco de alta mar a sus casas, para ello pasaron por varias soluciones hasta encontrar la más adecuada. Curiosamente fue meter un tiburón pequeño en las tanquetas de pescado en los barcos pesqueros para que los peces tuvieran que nadar para mantenerse vivos y así al llegar al puerto estuvieran bien frescos.
Pues bien sin saberlo me metí a nadar con tiburones y a partir de hoy voy a descubrir que lejos me ha llevado este desafío.
Quiero agradecer a todas las personas que me han ayudado en esta carrera contra reloj. A Rosa y Javi por su aliento, por ayudarme a buscar soluciones, por confiar en mi y mantenerme clara de ideas, a Juan por su ayuda inestimable, a Mavi y José Luís por su ánimo y empuje, y a toda mi familia por apoyarme en todo y sobre todo a mi marido por estar a mi lado siempre, por dejarse las noches en vela, por trabajar las 24 horas del día sin descanso, por buscar y hacer lo imposible en tan poco tiempo por mi y este nuevo proyecto.
Gracias a todos mis alumnos que sin pensarlo y sin saber hacia donde han iniciado el vuelo conmigo.
Muchísimas gracias a todos.